A través de un proceso de cirugía plástica se puede remodelar el cuerpo con esta intervención quirúrgica, que consiste en extraer esa grasa localizada den ciertas zonas corporales, que se ha acumulado con el paso del tiempo, y que en cierta manera, hace que el paciente no se encuentre cómodo con su figura corporal.
Esa extracción de la grasa se realiza con una cánula o una jeringa que suele ir conectada a una máquina succionadora o a un ultrasonido. Echando la vista a tras, antes de que la liposucción apareciera, y en los casos en los que la eliminación de la grasa era una cuestión de salud más que estética, se procedía a operar extirpando la grasa junto con la piel, produciendo unas cicatrices complicadas y de difícil curación.
Los pacientes que optan por esta forma de perder volumen, han intentado con anterioridad multitud de dietas para perder esa grasa incómoda, y no lo han logrado, porque la grasa se deposita y se arraiga en ciertas zonas corporales de tal forma, que una alimentación equilibrada y sana no puede con ella.
La clave de la liposucción está en la piel, ya que dependiendo de su calidad, se extraerá más o menos grasa, y los resultados posteriores serán más o menos los esperados por los pacientes, aunque en cualquier caso, siempre satisfactorios.
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A través de un proceso de cirugía plástica se puede remodelar el cuerpo con esta intervención quirúrgica, que consiste en extraer esa grasa localizada den ciertas zonas corporales, que se ha acumulado con el paso del tiempo, y que en cierta manera, hace que el paciente no se encuentre cómodo con su figura corporal.
Esa extracción de la grasa se realiza con una cánula o una jeringa que suele ir conectada a una máquina succionadora o a un ultrasonido. Echando la vista a tras, antes de que la liposucción apareciera, y en los casos en los que la eliminación de la grasa era una cuestión de salud más que estética, se procedía a operar extirpando la grasa junto con la piel, produciendo unas cicatrices complicadas y de difícil curación.
En cualquier caso, la liposucción que se puede practicar en nuestros centros médicos madrileños, son una muestra de todos aquellos procesos quirúrgicos que nos definen, al mismo tiempo que nos sitúan en posiciones privilegiadas frente a la competencia, en todo aquello que respecta a la aceptación por parte de los pacientes de ellos mismos, y sus propios defectos.
Siempre, seguir una guía de las indicaciones que el equipo de cirujanos marque desde el principio, será un punto en positivo hacia nuestro nombre y prestigio, de forma que en todo momento, exista control de la situación operatoria, y por supuesto, que el paciente se encuentre en las mejores manos desde el primer momento.
Los pacientes que optan por esta forma de perder volumen, han intentado con anterioridad multitud de dietas para perder esa grasa incómoda, y no lo han logrado, porque la grasa se deposita y se arraiga en ciertas zonas corporales de tal forma, que una alimentación equilibrada y sana no puede con ella.
La clave de la liposucción está en la piel, ya que dependiendo de su calidad, se extraerá más o menos grasa, y los resultados posteriores serán más o menos los esperados por los pacientes, aunque en cualquier caso, siempre satisfactorios.
La técnica en sí, consta de un primer paso en el que una solución de suero salino con adrenalina y anestesia local se inyecta en el área a tratar, por otro lado, a través de una pequeña incisión, se introduce una cánula metálica conectada al generador de ultrasonido.
Esta combinación hace que se rompan las células grasas, y la grasa licuada sale de las mismas, al mezclarse con el fluido que se inyectó al principio, se crea una emulsión que se retira del cuerpo a través de presión por vacío.
En este tipo de liposucción hace que se pierda una pequeña cantidad de sangre, sin importancia en ningún caso, pero que se debe tener en cuenta a la hora de saber que organismos son aptos para determinado tipo de intervenciones quirúrgicas.
A primera vista, puede parecer que tras una intervención de liposucción en Madrid, no existan resultados de ningún tipo, ni presentes ni que se aprecien que vayan a resultar a medio plazo, pero esto sucede porque el proceso inflamatorio de la intervención es duradero, y en muchos casos será fácil que se vuelva a la normalidad, pero en otros casos, este hecho se complica.
La liposucción está diseñada para mejorar la figura de los pacientes, aunque los resultados definitivos se ven meses después, y los inmediatos se aprecian al momento.
La idea de dichos resultados definitivos es que la figura corporal no se vea alterada respecto a la que se tenía al principio, y para ello hay que ser conscientes de que el cuerpo que se tiene es único, y que aunque pueda mejorarse, no podrá transformarse en otro cuerpo.
El uso de la faja compresiva nada más iniciar el proceso post-operatorio, ayuda a la bajada de la inflamación, haciendo que los resultados definitivos se vean mucho antes, y haciendo de la recuperación un tiempo normalizado.
En cuanto a las cicatrices, al ser realizadas en zonas invisibles o de pliegues, no existe razón para temerlas, y además son más pequeñas de lo que pueden llegar a ser en otro tipo de operaciones de cirugía estética.
El motivo de las pequeñas dimensiones de las mismas, es que solo es preciso abrir el espacio que ocupe cada cánula, de forma que también así se minimiza el riesgo de infección posterior, y una pérdida de sangre superior a lo que el organismo pudiera reponer.
La historia de la cirugía ha cambiado mucho, y desde 1974 que fue cuando se hizo la primera liposucción, se ha avanzado mucho en técnicas y en resultados, dando por hecho que las cirugías de contorno corporal, llevan inmerso el éxito, así como la evolución de la cirugía en su sentido más técnico.
Por supuesto. Aunque se recomienda empezar progresivamente a partir de 1 mes desde la intervención.
A la hora de eliminar la grasa corporal que claramente sobra en ciertos lugares del cuerpo, se ha de tener en cuenta que cuanto más concentrada se encuentre, y más cantidad haya, más se notarán los resultados finales, o al menos más encajarán en la idea que el paciente se haya hecho de dicha situación.
Las zonas que se tratan con liposucción en Madrid, son tanto faciales como corporales, y en todos los casos, a pesar de la pérdida de peso, se trata de zonas rebeldes donde la grasa se acumula de una forma poco estética, e incómoda para los pacientes.
En líneas generales, las zonas que con mayor frecuencia se suelen tratar son las siguientes:
En definitiva, contar con este tipo de intervenciones quirúrgicas para mejorar el estado físico de una persona, es algo que se encuentra a la orden del día, ya que son muchos los pacientes que anhelan poder disfrutar de un reflejo en el espejo, que les llene de vida y orgullo, y anda mejor que este tipo de soluciones para ello.
La eliminación de grasa corporal de las zonas que los pacientes desean, a través de estas técnicas, contrastadas y garantizadas en todo momento, hacen posible que la confianza en nuestro equipo médico sea cada vez mayor.
La Lipoescultura que practicamos en nuestros centros médicos de Madrid, cuenta con todas las garantías que el propio equipo médico aporta a los pacientes, así como un refuerzo extra por la experiencia contrastada y de muchos años que el doctor Sarmentero pone en la palestra cada vez que opera una liposucción.
Aproximadamente entre 20 y 30 días de manera total aunque a partir de los 10 días ya podrás empezar con tu rutina diaria.
Con el programa de seguimiento específico de la Clínica Sarmentero tendrás a tu completa disposición un amplio y personalizado seguimiento de tu caso.
El Dr. Esteban Sarmentero Ortiz es especialista MIR en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora (Hospital Ramón y Cajal de Madrid). Ha realizado ampliaciones de formación en:
Es coautor de 4 libros y autor de numerosos artículos en revistas médicas nacionales e internacionales. Es miembro numerario de la Sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora y Estética (SECPRE) y ejerce la actividad privada.
Mediante la cirugía reparadora, se reconstruyen partes del cuerpo dañadas.