Medicina Estética Sin Cirugía

El Ácido Hialurónico es una sustancia que se halla presente en el cuerpo de forma natural formando parte de la piel y otros tejidos. Desde hace años se obtiene sintéticamente y se aplica como inyectable en cirugía estética. Es un material reabsorbible que se implanta mediante inyecciones con jeringa y agujas muy finas.

Está indicado en los casos de surcos y arrugas faciales, aumento de labios, así como de pómulos. Otras indicaciones frecuentes son la rinomodelación, tratamiento de las ojeras y rejuvenecimiento del dorso de las manos. Posee un anestésico para aliviar la posible molestia que se pueda ocasionar.

Su duración es variable, entre los 10 y los 18 meses. Debido al estímulo que ejerce sobre los fibroblastos, los efectos pueden perdurar aún más tiempo.

Toxina Botulínica® (toxina botulínica tipo A) es el nombre comercial de la toxina botulínica.

Su efecto se basa en la relajación temporal de la musculatura sobre la que es aplicada, sobre todo en el tercio superior del rostro. Se consigue una mitigación de las arrugas de expresión debidas a la hiperactividad muscular.

La respuesta al tratamiento suele aparecer entre las 24 y las 48 horas, completándose el resultado a los diez días de su aplicación. La duración estimada es de unos 6 meses.

Puede combinarse con otros tratamientos de manera simultánea, como ácido hialurónico, mesoterapia facial o peelings químicos.

La mesoterapia facial y corporal consiste en la inyección mediante agujas de pequeño calibre de determinados productos de carácter rehidratante, nutritivo y revitalizante. La composición es un complejo de vitaminas y minerales junto con ácido hialurónico diluido.

El objetivo de este tratamiento es mejorar la flacidez de cara, cuello, escote y/o manos, y aportar una hidratación extra a la piel estimulando la actividad de los fibroblastos.

El número de sesiones dependerá del grado de envejecimiento cutáneo y de la zona a tratar. Este tratamiento se suele asociar a otros para obtener un resultado más completo, como inyección de toxina botulínica, ácido hialurónico y otros productos inyectables.

La aplicación de ciertos productos químicos sobre la piel, como el Ácido Glicólico y el Ácido Tricloroacético, produce una peladura controlada, también llamado peeling, lo que elimina las células de la capa cornea y estimula la regeneración cutánea.

Es un tratamiento indicado para manchas pigmentarias, arrugas finas o moderadas, poros dilatados, pequeñas cicatrices y/o lesiones de acné. El procedimiento dura solo unos minutos y es aconsejable repetirlo al menos dos veces al año.

De la profundidad del peeling realizado, dependerá que el restablecimiento cutáneo se produzca en sólo unas horas o en varios días, que normalmente serán no más de 4 ó 5 días.

Las manchas oscuras en la piel se deben a una concentración de melanina mayor que en un área determinada. El motivo es una secreción excesiva por parte de los melanocitos, que producen la melanina y la segregan cuando hay un estímulo, como pueden ser los rayos solares o rayos UVA. Cuando la secreción es uniforme nos bronceamos, pero cuando esa secreción es mayor en unas zonas que en otras aparecen las manchas o verrugas de hiperpigmentación.

El tratamiento se hace mediante láser o luz pulsada, recomendando además unas cremas para aplicar en su domicilio y advirtiendo de la necesidad de aplicar protección solar de factor 50. En el caso de los nevus o lesiones que no son planas sino sobreelevadas, así como en las manchas sospechosas, se han de extirpar y analizar.

Este tratamiento de relleno dérmico en la cara, incluso en las manos, se llama Radiesse, y se suele utilizar para pérdidas de volumen en la piel.

Se suele utilizar para atenuar el efecto de las arrugas y los pliegues, de manera más concreta en el rostro, pero también de otras zonas del cuerpo como las manos.

Creemos que la principal ventaja de este tratamiento es la ausencia de pruebas de alergia previas a su uso, ya que se trata de un compuesto de micropartículas de hidroxiapatita de calcio, disueltas en gelatina, que administradas en el lugar preciso, recupera la forma de la estructura corporal concreta, en este caso, la cara o las manos.