Es un procedimiento quirúrgico, para mejorar el aspecto y la simetría de la nariz. Se utiliza principalmente para corregir rasgos desproporcionados de la nariz, respecto a las demás facciones de la cara, razones estéticas o por anormalidades que entorpecen la respiración.
Es un procedimiento simple que detallamos brevemente. La rinoplastia se realiza bajo anestesia general o local. Se hace una incisión en el interior de la nariz, en algunos casos también externa. Se realiza de forma ambulatoria, el paciente duerme en su domicilio. Y su duración es de unas dos horas.
Lo primero es la elección de un Cirujano Plástico, que tenga el título de Especialista en Cirugía General y titulo de Especialista en Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva. Recomendamos que le ofrezca confianza y tenga amplia experiencia.
Exponer en la consulta del cirujano su caso, sus dudas, expectativas. Le realizará la evaluación física y le dará toda la información necesaria.
Actualmente la mayoría de los especialistas le ofrecen una imagen en 3-D del resultado estimado después del procedimiento.
Se realizan análisis de sangre y específicos si el historial del paciente lo requiere.
Al cirujano se le debe dar información sobre los medicamentos que se está tomando. Evitar tomar aspirina, medicamentos anti-inflamatorios o suplementos vitamínicos que puedan aumentar el sangrado.
Es recomendable dos semanas antes de la intervención suspender el consumo de cigarrillos y alcohol.
Se informará al paciente de como se realizará el procedimiento y tipo de anestesia que se utilizará.
Y por último el paciente recibirá instrucciones de cuidado post-operatorio e información sobre las posibles complicaciones antes del procedimiento.
En algunos casos se ponen férulas, tapones y/o vendas con el fin de proteger y apoyar la nariz mientras las cicatrices se curan.
Se debe evitar sonarse la nariz durante los primeros días.
En el periodo de recuperación es muy recomendable no fumar y consumir alcohól.
Evitar la toma directa del sol durante los dos primeros meses y usar una gorra.
La primera semana el paciente debe permanecer en casa, tranquilo, con la máxima quietud posible. Debe realizarse las «curas» necesarios después de la operación. Pasado este tiempo ya puede realizar sus actividades normales, pero evitando actividades que impliquen esfuerzo físico.
Evitar los grandes esfuerzos.