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Existen en la actualidad múltiples tratamientos para rejuvenecer y revitalizar la cara y el cuello. Los más empleados son los inyectables, como el Botox, el ácido Hialurónico o los hilos tensores. Todos ellos han demostrado ser eficaces y se emplean a diario.
Sin embargo, este tipo de tratamientos tienen básicamente dos inconvenientes:
El Lifting Facial consiste en un tensado de la piel y de los músculos faciales. También se tensan los músculos del cuello, cuando es necesario. Además, para que el rejuvenecimiento no se haga solo en un plano, sino que sea tridimensional, analizamos el contorno de la cara y, si es necesario, se aumenta el volumen del área de los pómulos o el mentón mediante lipofilling o lipotransferencia.
Es una diferencia de extensión de la intervención. En los casos incipientes de descolgamiento facial, es decir, pacientes sobre los 40 o 50 años, el Minilifting es la técnica de elección. El despegamiento es conservador y la recuperación es muy rápida. Se realiza aproximadamente en la mitad de los casos. A partir de los 60 años se suele indicar el Lifting facial.
No es infrecuente hacerse 2 Lifting a lo largo de la vida: primero un Miniflifting y luego un Lifting estandar.
¿Cómo son los resultados?
Los resultados son muy naturales. No hay estigmas de haber sido intervenido.
Las incisiones se realizan alrededor de la oreja, extendiéndose por el área temporal y retroauricular. En aproximadamente la mitad de los casos también se realiza una incisión debajo del mentón. Aunque todo ello podría parecer un procedimiento “agresivo”, en realidad no lo es. Es una cirugía superficial que se desarrolla íntegramente en el plano subcutáneo, por debajo de la piel. De hecho la anestesia es local, con sedación intravenosa. No es necesaria la anestesia general. Habitualmente se recomienda una noche de estancia hospitalaria.
La mayor ventaja de este procedimiento quirúrgico es que el rejuvenecimiento que se obtiene es notablemente más natural y duradero que el que se obtiene con las técnicas no invasivas, tanto en cara como como en cuello. No solo se obtiene un resultado inmediato, sino que la fibrosis subcutánea crea una malla interna que frena la evolución posterior de los signos de envejecimiento.
El postoperatorio es bastante liviano. No hay dolor, sino una sensación moderada de tensión en las áreas donde hay puntos de sutura.
Los pequeños hematomas o moratones que habitualmente aparecen están en la parte posterior de ambas orejas, debido a que al estar el paciente muchas horas tumbado en el reposo del postop, se concentran ahí por la fuerza de la gravedad. La cara suele estar despejada, lo que permite hacer vida social a los pocos días de la intervención.
Los puntos de sutura se quitan a los 10 días, comenzando la recuperación entonces con los drenajes linfáticos.
Simultáneamente en la misma operación puede realizarse otros procedimientos, como Blefaroplastia, Lipoestructura facial, Resurfacing, etc.
Resumiendo, el grado de satisfacción de los pacientes operados es elevadísimo, tanto por sus resultados como por evitar las visitas constantes a centro de estética para realizarse tratamientos.