La mama es, sin duda, una de las zonas más representativas de la anatomía femenina en muchos aspectos y cada vez son más las mujeres que, por salud o bienestar, acuden a una cirugía estética para realzar el pecho y sentirse mejor.
Es frecuente asociar la cirugía mamaria o de pecho con la colocación de implantes para conseguir un aumento, pero existe otra técnica para corregir esta zona: el levantamiento de mamas o mastopexia.
Las razones de recurrir a una cirugía u otra dependerán de diferentes factores y aunque la mejor opción es dejarse aconsejar por el profesional médico. Hay varios parámetros básicos a tener en cuenta, como la altura a la que se encuentran la areola y el pezón, el volumen mamario o las dimensiones del tórax de la paciente, ya que la anchura de éste determinará la anchura ideal de cada mama.
Si bien ambas cirugías entran en la categoría de procedimientos para la mejora del pecho, cada una de ellos tiene unas características únicas en términos de lo que se corrige, cómo se realiza y los resultados finales obtenidos.
Dependiendo del efecto deseado, será necesario recurrir a un aumento mamario, a una cirugía de elevación o a una combinación de ambas.
El aumento de mama o mamoplastia es una técnica quirúrgica empleada para incrementar el tamaño del pecho en una o más tallas. Implica colocar implantes mamarios bien porque no se está a gusto con el pecho, o porque se ha necesitado una reconstrucción tras una enfermedad.
Un aspecto importante a valorar es la relación entre el volumen y el peso del tejido mamario con o sin prótesis y la resistencia de la piel. El efecto de la gravedad es ineludible y un mayor peso implica una mayor tendencia al descolgamiento con los años.
Los nuevos implantes de bajo peso han supuesto un alivio en este sentido, pero lo más adecuado a la hora de someterse a una operación de mamas sería marcarse objetivos razonables.
La cirugía de aumento de mamas consiste en colocar implantes de solución salina o de silicona por detrás del tejido mamario (subglandular) o debajo de los músculos pectoral (submuscular).
Para la realización de la cirugía de aumento mamario las incisiones de acceso pueden ser inframamaria, periareolar o axilar, en función de la anatomía del pecho y las preferencias de la paciente
Tras la incisión, se crea un bolsillo donde se coloca la prótesis elegida, que puede variar en tamaño y forma.
La intervención tiene una duración de una a dos horas con anestesia general.
El efecto final de una cirugía de aumento de pecho variará según el tipo, el tamaño y la colocación de los implantes. La firmeza y el volumen que ofrecen los implantes mamarios, pueden durar hasta 20 años. Solo tendrán que reemplazarse en caso de que se rompan o se desinflen.
En general, el resultado es un pecho más grande, firme y atractivo. Hay mujeres que buscan implantes mamarios de gran volumen, con resultados espectaculares, pero esta cirugía también puede ofrecer resultados más naturales.
El postoperatorio es moderadamente doloroso, especialmente los primeros dos o tres días, en los que se recomienda reposo. A la semana de la intervención, la paciente podrá reincorporarse a su actividad laboral y social. Durante las dos semanas posteriores se recomienda llevar un sujetador tipo deportivo que recoja la zona.
Hay mujeres para las que el tamaño del pecho no es un problema, pero no están contentas con su aspecto caído debido al envejecimiento, la pérdida de peso, la lactancia o simplemente por la gravedad.
Mediante la cirugía de levantamiento mamario o mastopexia se realiza la elevación y recolocación de la glándula mamaria descendida, sin modificar significativamente el volumen.
La elevación de senos implica eliminar el exceso de piel y remodelar el tejido mamario. También se puede reposicionar el pezón y la areola para crear una apariencia más prominente.
Las incisiones se pueden realizar a la mitad del borde de la areola (levantamiento de media luna), recorriendo la areola (levantamiento periareolar) o incluir una incisión vertical o una combinación de las anteriores.
La intervención dura aproximadamente dos horas y se realiza con anestesia general.
Tras la intervención, los pechos pueden sentirse sensibles al tacto. Es habitual que aparezca enrojecimiento, inflamación y dolor moderado, que irá desapareciendo en los siguientes días, y que se controlan con analgesia habitual.
Con la intervención de elevación mamaria se disminuye la flacidez, el área del pezón se reposiciona y se obtendrá un contorno de pecho más juvenil y con apariencia firme y erguida. Normalmente ofrece resultados más sutiles y naturales a la vista y tacto, ya que no se emplea un implante externo.
Los efectos conseguidos son duraderos en el tiempo, pero hay que tener en cuenta que la gravedad seguirá haciendo su trabajo. Mantener un estilo de vida saludable, fortalecer los músculos del pecho y evitar las fluctuaciones de peso ayudará a mantener los efectos de la cirugía.
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Especialista MIR en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora (Hospital Ramón y Cajal de Madrid). Especialista en Cirugía Plástica, Reparadora y Estética por el Hospital Ramón Y Cajal (Madrid).
Especialista en Urología por el Hospital General Universitario Valencia.
Diploma Europeo del Láser Quirúrgico. París